Al final la decisión depende de muchos factores: el presupuesto, el tamaño de la ventana y el estilo de la habitación. Ambas opciones tienen pros y contras, así que al final tras valorar esos tres puntos puedes tomar la mejor opción para tu espacio. Tal vez tu espacio es pequeño, rentado y el ambiente es minimalista, en ese caso una persiana puede ser la mejor opción.
Si es una ventana grande, de piso a techo y de muro a muro, en una casa propia y con decoración clásica, una cortina que se recorra por la mitad a cada extremo, puede ser la mejor opción. Ahora, sí la decoración es más tropical y la ventana da a algún espacio público, una persiana de madera que permita el paso como celosía o se abra para ver el espacio cuando se crea necesario; puede ser una opción igual de buena.
Al final la mejor opción es la que tu consideres adecuada para tu espacio, tus planes y tu presupuesto.